Esta historia que ahora os cuento
es la historia de un dragón
que además de inofensivo
tenía una gran afición.
Y es que leía y leía
leía de noche, leía de día
no paraba de leer
ni siquiera al mediodía
-¿Un dragón aficionado
a los libros y a la ciencia?
esto es un disparate,
esto colma mi paciencia
Y con cajas destempladas
y pocas contemplaciones
le expulsaron un buen día
del país de los dragones.
Fue recorriendo las calles
de la ciudad de Madrid
y en Españoleto 4
decidió quedarse allí
Allí se encontró a Pilar
que con dulzura le dijo
-No te preocupes, Carmelo
que yo te daré cobijo.
Y desde aquellos momentos
es cuidado con amor
por eso la librería
se llama El Dragón Lector
No le defraudéis amigos
leed con ganas y empeño
y así haréis que los dragones
habiten en vuestros sueños.